Experiencias, desafíos y oportunidades en América Latina en tiempos de COVID-19
In this article (in Spanish), Gabriela Pellón presents initiatives conducted at the regional and local levels in Latin America that can be replicated and inspire stakeholders to build synergy in the challenging task of complying with FATF's Recommendation 8.
Written by Gariela Pellón, AML/CFT expert and member of the Expert Hub of the Global NPO Coalition on FATF
A menudo los representantes de ONGs deben lidiar con numerosos obstáculos que los bancos y agencias de gobierno colocan en su camino mientras intentan recaudar y/o ejecutar fondos imprescindibles para llevar a cabo sus misiones caritativas. Dichas trabas ponen en constante peligro tanto la implementación de programas como la relación con la comunidad de donantes.
Muy pocos conocen cuales son las razones detrás de la parafernalia de obligaciones y requerimientos que se exigen a las organizaciones sin fines de lucro (OSFL). Reguladores, supervisores y oficiales de cumplimiento en materia antilavado de activos y contra el financiamiento del terrorismo (ALA/CFT) han incrementado sus requerimientos a las OSFL en los últimos años. Sin embargo, dichas medidas no fueron fundadas en una preocupación genuina a partir de riesgos identificados en este sector sino más bien en el desconocimiento y la falta de familiaridad hacia este tipo de actividad. Por su parte, las OSFL cuentan con limitadas capacidades para estar alertas ante potenciales abusos y escasos recursos para poner en práctica políticas y procedimientos establecidos por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y exigidos por los bancos.
Al final del día, el espacio cívico resulta cada vez más restringido por políticas ALA/CFT que –intencionadamente o sin darse cuenta– terminan debilitando las capacidades de las entidades caritativas para cumplir con sus misiones. En un escenario protagonizado por el COVID-19 los gobiernos de América Latina han identificado nuevos riesgos y vulnerabilidades en los sistemas Anti-Lavado de Activos y Contra el Financiamiento al Terrorismo, entre los cuales se destaca el abuso de las entidades benéficas para fines delictivos.[1] Tales circunstancias amenazan seriamente con profundizar la estigmatización del sector sin fines de lucro como un vehículo que es de alto riesgo para ser usado para lavar dinero o financiar terrorismo. Todo ello sin sustento probatorio alguno.
En este artículo se presentarán iniciativas conducidas a escala regional y local en América Latina que pueden replicarse e inspirar a las partes interesadas a trabajar sinérgicamente en el gran desafío que supone el cumplimiento con la Recomendación 8 del GAFI. Seguidamente se abordarán algunas consideraciones clave para que las OSFL cierren filas ante consecuencias asociadas con regulaciones y controles más estrictos que los gobiernos y los bancos de la región pretenden imponer bajo pretexto de robustecer sus sistemas preventivos en tiempos de COVID-19.
Algunas notas sobre el pasado más reciente
A partir de los atentados en París a fines de 2015 la lucha contra el financiamiento del terrorismo se convirtió en prioridad para el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Desde entonces las Recomendaciones 5 “Delito de Financiamiento del Terrorismo”, 6 “Sanciones financieras dirigidas relacionadas con el terrorismo y el financiamiento del terrorismo” y 8 “Organizaciones sin fines de lucro “cobraron un marcado protagonismo. El GAFI urgió a su Red Global conformada por más de 200 jurisdicciones a dar respuestas concretas ante la amenaza terrorista.[2] La creación de organizaciones benéficas falsas y el abuso de OSFL legítimas que sin el conocimiento de sus donantes y/o directivos pueden ser usadas para canalizar dinero hacia terroristas ha constituido una gran preocupación para los miembros del GAFI.
En respuesta a esta demanda de la comunidad financiera global numerosos países que debían afrontar los procesos de evaluaciones mutuas se inclinaron por adoptar legislaciones sumamente restrictivas para el conjunto de OSFL con la excusa de estar aplicando la Recomendación 8.[3] Por su parte los bancos elevaron las exigencias dirigidas a las OSFL obstaculizando seriamente el uso de canales financieros regulados para hacer transacciones[4]. Este fenómeno - más conocido como bank de-risking - se evidenció tempranamente en algunos países europeos y a partir de 2017 alcanzó – en distintos grados- a las OSFL en América Latina.
Iniciativas lideradas por colectivos de OSFL en América Latina
A medida que los Estados profundizaban las medidas y regulaciones antiterroristas a instancias del GAFI, las OSFL enfrentaban serios y crecientes obstáculos para recaudar fondos y ejecutar sus programas. En la mayoría de los casos, sus directivos no vinculaban esta nueva ola de regulaciones y restricciones financieras con los compromisos asumidos por sus gobiernos ante el GAFI.
Con el apoyo de miembros de la Global NPO Coalition on FATF (Coalición Global) como el International Center For Not-For-Profit Law (ICNL) se facilitaron talleres de sensibilización y fortalecimiento de capacidades dirigidos a líderes y referentes de OSFL en Latinoamérica a partir de 2017. Dichos espacios resultaron fructíferos en la medida que permitieron entender la problemática que afectaba a las OSFL como parte de un fenómeno más amplio. Los representantes de OSFL llegaban a dichos talleres con la convicción de que las dificultades que atravesaban para operar con bancos se debían a falencias propias de sus organizaciones que no disponían de recursos idóneos para comprender e implementar adecuadamente las demandas de información y documentación exigidas por las entidades financieras. Asimismo, se puso en evidencia que las OSFL que revestían carácter de Sujetos Obligados ante la Unidad de Información Financiera local podían cumplir o no con sus obligaciones en materia ALA/CFT, pero cuando lo hacían era de forma mecánica al solo efecto de prevenir sanciones de organismos supervisores. Finalmente, en estas instancias de intercambio se verificó la carencia de guía y lineamientos dirigidos a OSFL por parte de las autoridades de gobierno.
A comienzo de 2018 se puso en acción el Expert Hub on AML/CFT creado por líderes de la Coalición Global e integrado por 16 referentes ligados al sector sin fines de lucro en representación de distintas regiones del mundo. Expertos de Argentina, Brasil y México han participado activamente en ese ámbito para asegurar que las voces de las entidades caritativas sean efectivamente escuchadas por autoridades de gobierno, funcionarios de bancos y representantes del Grupo de Acción Financiera para Latinoamérica (GAFILAT).[5]
A escala regional los esfuerzos de acercamiento con la Secretaría Ejecutiva de GAFILAT, que tiene su sede en Buenos Aires, han facilitado la construcción de un vínculo de cooperación y confianza. Miembros del Expert Hub de Argentina, México y líderes de la Coalición Global han participado en numerosos eventos invitados por GAFILAT. Entre ellos cabe mencionar cursos sobre financiación del terrorismo en 2018 y 2019 celebrados en Uruguay, Honduras y México, el “Taller Regional sobre la Implementación del Enfoque Basado en Riesgo (EBR) y de-risking” celebrado en marzo pasado en Cuba, así como intervenciones en Plenos de Representantes desde 2018 y los trabajos conjuntos en el marco del Grupo de Trabajo sobre Financiamiento del Terrorismo. La presencia sostenida de miembros de la Coalición Global en actividades conducidas por GAFILAT ha posibilitado que las preocupaciones y demandas de las OSFL de la región sean incluidas en la agenda de ese Organismo conformado por 17 países[6]. Al mismo tiempo se ha elevado el nivel de conciencia de las autoridades gubernamentales con relación a las restricciones y obstáculos que el sector enfrenta y se han explorado vías de solución en conjunto. Desde comienzo de 2020 GAFILAT y miembros de la Coalición Global colaboran en un ejercicio de Mapeo Regional de Riesgos de FT en el sector sin fines de lucro con el firme objetivo de asistir a funcionarios de agencias reguladoras, supervisores y representantes de OSFL en un adecuado cumplimiento de la Recomendación 8.
Las iniciativas en la esfera local fueron conducidas por miembros del Expert Hub de Argentina, México y Estados Unidos. A continuación, se describen los resultados alcanzados. En primer lugar, cabe mencionar la Iniciativa latinoamericana frente a las restricciones legales y financieras a las organizaciones civiles sin fines de lucro liderada por miembros del Expert Hub de Argentina y México que contó con el apoyo técnico de miembros de la Coalición Global y se implementó entre 2018 y 2019.
En Argentina y México se llevaron adelante evaluaciones sectoriales de riesgos de Financiamiento de Terrorismo, Lavado de Activos & Corrupción paralelas y simultáneas. El ejercicio -que utilizó una metodología desarrollada por Greenacre Group- exploró las percepciones de referentes de OSFL sobre los riesgos reales y eventuales mitigadores. Sus hallazgos fueron compartidos con las autoridades competentes de los citados países y las autoridades del GAFILAT con el objetivo de aportar conocimiento específico y recomendaciones para el diseño de normas y mecanismos aplicables a las OSFL. Asimismo, los resultados de sendos estudios fueron presentados en la Universidad ORT en la Ciudad de México en octubre de 2019 y discutidos con líderes de ONGs locales. En Argentina los resultados de la autoevaluación fueron diseminados ampliamente mediante redes y colectivos de OSFL a lo largo del país.[7]
Hallazgos recopilados en Argentina
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Hallazgos recopilados en México
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En segundo lugar, se condujo un proyecto en Argentina denominado “Fortaleciendo a las OSFL en Argentina para mitigar el impacto del bank de-risking” que fue implementado en dos etapas durante 2018 y 2019 con el apoyo técnico de ICNL y en articulación con Sociedad Civil en Red (que agrupa federaciones y redes de la sociedad civil argentina).
Como parte de la fase I, se llevaron a cabo dos rondas de capacitaciones dirigidas a concientizar a las OSFL residentes en Ciudad de Buenos Aires y alrededores, Salta, Misiones y Santa Fe respecto de la vinculación entre GAFI, recomendación 8, regulación local antilavado y contra el financiamiento del terrorismo, de-risking y sociedad civil. En simultáneo se impulsó un proceso de diálogo multisectorial -que integró a autoridades de gobierno a nivel nacional, provincial y municipal y funcionarios de bancos- sobre el impacto de las leyes y políticas ALA/CFT en las organizaciones sin fines de lucro argentinas y se puso foco en la necesidad de reformas habilitadoras de un entorno legal, operativo y financiero más inclusivo. En paralelo se condujo un proceso de recopilación de evidencias sobre restricciones financieras a entidades caritativas.
Como parte de la fase II del proyecto se puso énfasis en la sensibilización y el fortalecimiento de capacidades de las organizaciones de la sociedad civil situadas en Ciudad de Buenos Aires, Posadas, Salta, Resistencia y Neuquén. Para la implementación de los talleres se prepararon presentaciones con contenidos sobre la Recomendación 8, buenas prácticas de GAFI para OSFL, resultados de la investigación conducida en 2018 sobre el impacto de la regulación UIF, dificultades ocasionadas por el de-risking y la importancia de la redacción de una guía de recomendaciones como herramienta para mitigar los problemas con los bancos. Además, se articularon encuentros de diálogo a través de mesas multisectoriales de trabajo promoviendo la participación de funcionarios, representantes de bancos, profesionales y asesores de OSFL y referentes de organizaciones sociales.
El proyecto alcanzó el acuerdo sobre la redacción de una Guía de Recomendaciones Prácticas para Organizaciones Sin Fines de Lucro en materia ALA/CFT en la que contribuyeron las distintas partes interesadas. La Guía es fuente de referencia para las OSFL que deseen mejorar su comprensión respecto de políticas y procedimientos ALA/CFT y una valiosa herramienta para poder operar con los bancos. En noviembre de 2019 con el apoyo de la Universidad Austral se llevó a cabo un seminario en el que se presentaron los contenidos de la Guía con la participación de expertos, referentes de OSFL y representantes de asociaciones bancarias.[8]
Finalmente, cabe mencionar el “Taller Regional sobre Estándares GAFI y OSFL” organizado por ICNL en articulación con miembros del Expert Hub de Argentina y México que se desarrolló entre el 2 y el 5 de diciembre de 2019 en Arequipa, Perú. Participaron del evento representantes de 11 países de América Latina que tuvieron oportunidad de profundizar sus conocimientos sobre estándares internacionales de GAFI a través de una metodología participativa con secuencias de presentaciones de expertos y trabajo en grupo. Las jornadas de reflexión y debate se cristalizaron en una declaración suscripta por todas las delegaciones presentes que fue formalmente comunicada a las autoridades del GAFILAT para la divulgación entre sus miembros. A continuación, el texto completo de la citada declaración.
¿Qué podemos hacer las OSFL en América Latina para proteger nuestros intereses y hacer oír nuestras demandas en tiempos de COVID-19?
En la actualidad el GAFI reconoce los esfuerzos de la comunidad de OSFL para promover la transparencia dentro de sus operaciones y para prevenir el mal uso del sector, incluida la prevención del Financiamiento del Terrorismo. También es consciente de que muchos gobiernos necesitan mejorar el cumplimiento de la Recomendación 8 y trabajar de forma colaborativa con las OSFL y los bancos para abordar los problemas de acceso a los servicios financieros.
Si bien el GAFI ha estado activo en la clarificación de los estándares internacionales para evitar malentendidos que puedan contribuir al bank de-risking y ha publicado documentos de orientación sobre inclusión financiera aún subyace una honda brecha entre metas de implementación de estándares ALA/CFT e inclusión financiera [9]
Los esfuerzos de promoción de los miembros de la Coalición Global - para destacar el problema de las dificultades de acceso financiero para las organizaciones sin fines de lucro- han logrado permear las agendas de dos de los grupos de trabajo del G20: Arquitectura Financiera Internacional (IFA por sus siglas en inglés) y Local2Global durante 2019. Por su parte las acciones de incidencia directa a través de la participación en el Foro Consultivo del Sector Privado de GAFI alienta a los gobiernos miembros del GAFI respecto de la importancia de involucrar a las OSFL en los procesos de evaluación mutua y evaluaciones nacionales de riesgo, así como en la discusión de regulaciones y medidas que se apliquen al sector. Asimismo, estas instancias son sumamente valiosas para emitir feedback sobre estudios y guías impulsados por el GAFI que afectan a las organizaciones de la sociedad civil.[10]
En tiempos de pandemia las entidades caritativas de la región están más activas que nunca atendiendo situaciones de emergencia en distintos planos. Simultáneamente deberán estar atentas ante nuevas barreras que las entidades financieras y agencias supervisoras impongan con el pretexto de mitigar riesgos de lavado de activos, financiamiento de terrorismo o corrupción provenientes de entidades benéficas falsas o del abuso entidades legítimas.
Una estrategia inteligente para abordar los desafíos que las OSFL tienen por delante debe fluir y reforzarse mutuamente en dos niveles.
A nivel nacional, las OSFL deben cerrar filas frente a restricciones regulatorias, operativas y/o financieras que puedan surgir o profundizarse con la certeza que:
- El GAFI ha reconocido reiteradamente que no todas las OSFL son de alto riesgo e incluso muchas pueden no estar expuestas al riesgo en absoluto.
- El GAFI insta a los gobiernos a utilizar un enfoque basado en riesgo sustentado en evidencias y a promover como medidas mitigadoras la implementación de buenas prácticas de gobernanza interna y de gestión financiera.
- El GAFI no exige a los gobiernos y entidades financieras que mitiguen riesgos a través de regulaciones de talla única y la aplicación de procesos de debida diligencia reforzados para las OSFL.
A nivel regional y global, los referentes de redes de OSFL deben establecer mecanismos de articulación y apoyo mutuo con miembros del Expert Hub de la Coalición Global en Latinoamérica para:
- Recopilar evidencias acerca de restricciones regulatorias y/o prácticas de bank de-risking que afecten al sector y buscar asistencia de expertos regionales que pueden transmitir sus reclamos a través de canales regulares con GAFILAT y GAFI
- Crear conciencia y fortalecer capacidades necesarias para impulsar demandas favorables al sector. Compartir conocimientos, especialmente capitalizando las experiencias de otros colectivos en la región y a nivel global.
- Cooperar y potenciar los esfuerzos conjuntos de incidencia hacia GAFILAT, GAFIC y otros organismos con base en las Américas.
En suma, se requiere un alto grado de compromiso por parte de los colectivos y redes de OSFL para impedir que los gobiernos pretendan cumplir con los estándares internacionales del GAFI a expensas de limitar y/o obstaculizar las actividades de las organizaciones de la sociedad civil. Un número creciente de referentes de OSFL, funcionarios de gobiernos locales y representantes de organismos internacionales han comenzado a percibir las ventajas de alinear intereses y han dado los primeros pasos para trabajar de forma complementaria para alcanzar sus objetivos. Será menester sostener y alimentar las acciones iniciadas a través de una estrategia concertada a distintos niveles en favor de un entorno cívico más habilitante para las entidades caritativas latinoamericanas.
Fuentes:
[1] El Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) recogió aportes de sus 17 países miembros y emitió un comunicado sobre COVID-19 y riesgos ALA/CFT asociados: https://www.gafilat.org/index.php/es/espanol/19-noticias/102-comunicado-del-gafilat-sobre-covid-19-coronavirus
[2] Ver discurso de David Lewis, Secretario Ejecutivo del GAFI http://www.fatf-gafi.org/publications/fatfgeneral/documents/speech-cft-conference-nov-2018.html
[3] Ver http://fatfplatform.org/wp-content/uploads/2015/10/Catalogue-of-government-overregulation-July-2015_final-.pdf
[4] Existen diversos estudios que recopilaron evidencias sobre rechazos a la apertura de nuevas cuentas, impedimentos para procesar transacciones e incluso cierres de cuentas bancarias de forma abrupta y sin razón aparente. Ver http://fatfplatform.org/wp-content/uploads/2018/05/Understanding-the-Drivers-of-De-Risking-and-the-Impact-on-Civil-Society-Organizations_1.pdf y https://charityandsecurity.org/csn-reports/FinAccessReport/
[5] http://fatfplatform.org/announcement/aml-cft-expert-hub/
[6] La lista de países miembro se encuentra en sitio oficial de GAFILAT https://www.gafilat.org/index.php/es/
[7] http://derechososc.org.mx/wp-content/uploads/2019/12/two-pager.pdf
[8] http://fatfplatform.org/announcement/multistakeholder-dialogue-on-bank-derisking-in-argentina/
[9] http://www.fatf-gafi.org/publications/fatfgeneral/documents/financial-inclusion-cdd-2017.html
[10] Último boletín: https://www.fatf-gafi.org/publications/fatfgeneral/documents/private-sector-may-2019.html